El flúor ha demostrado ser una herramienta segura y eficaz para reducir la prevalencia de caries en el mundo y parar las desmineralizaciones del esmalte.
Las decisiones en relación con la administración suplementaria de flúor, tienen que estar basadas en el riesgo individual de caries.
Será el/la odontopediatra quién lo analizará y, decidirá el tipo de administración de flúor y su frecuencia.
Las investigaciones indican que, solamente los dentífricos con concentraciones de 1000 ppm de flúor o más, son eficaces en la reducción de las caries.
Existe una evidencia que sugiere que, la acción preventiva del cepillado dental puede maximizarse si se siguen los siguientes puntos:
- Con el primer diente temporal tiene que empezar el cepillado.
- Cepillar los dientes: después de cada comida. El de la noche es el más importante.
- Dedicar unos minutos al cepillado. En bebés se busca más la efectividad.
- Después del cepillado, hay que escupir solamente los restos de pasta y no enjuagar con agua.
- Hay que limpiar todas las caras de los dientes y utilizar el hilo dental (a partir de los 3 años).
De 0 a 3 años:
- Usar una cantidad de pasta del tamaño de un grano de arroz.
- Tiene que llevar una concentración de 1000 ppm de flúor.
- No se ha demostrado que, las que llevan una menor concentración de flúor aporten una prevención adecuada.
A partir de los tres años:
- Usar una cantidad de pasta equivalente a un guisante con 1000-1500 ppm.
- La concentración de ión flúor de la pasta de dientes, estará determinada en función del riesgo de caries del niño.
- Será el odontopediatra quién recomendará a los padres o cuidadores lo que el niño necesita.
A partir de los seis años:
- La cantidad de pasta dental con 1450 ppm de ion flúor tiene que ser equivalente a un guisante.
- La concentración de ion flúor a la pasta irá en función del riesgo de caries del niño (caries activas, hipomineralización incisivo-molar, etc.)
- Será el/la odontopediatra quién lo prescribirá a los padres o cuidadores.
Los padres tienen que tener la información de como y cuando empezar con la higiene bucal. Hay que tener claro que el cuidado de la boca de los niños es responsabilidad de los padres o cuidadores, si no está supervisado por un adulto, no es efectivo. Al menos, hasta que el niño adquiera la habilidad motora suficiente para hacerlo solo.
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