Esta mañana hablábamos con la Dra. Martín del miedo al dentista, y nos contaba esto:
– Entendemos el temor al dentista porque la historia de la odontología y el imaginario social del que venimos no es ni amable, ni cercano, ni agradable. Muchas veces es más bien terrorífico. Es ver ciertos grabados antiguos donde se refleja la actividad odontológica y ponernos los pelos de punta (tenemos que pensar que entonces los métodos eran otros y que ni existía para empezar la anestesia!) Sabiendo que esto ha calado fondo en la consciencia comuna, por eso quisimos hacer una clínica amable, cercana, donde los pacientes no sean solo unas bocas sino personas a las que queremos ayudar y escuchar. Muchas veces nos encontramos en personas que vienen con mucha ansiedad sea por una mala experiencia anterior o por fobia dental. En estos casos intentamos realizar visitas más espaciadas para dejar tiempo al paciente, para poder parar cuando lo necesite y para estar atentos a ellos.
¡Muchos son los que cuando dices que eres dentista te dicen qué asco! ¡Cómo puedes hacer esto! Yo que soy una apasionada del arte y una aficionada a dibujar y pintar pienso que la odontología es algo muy manual, muy preciso, muy minucioso y que los utensilios que utilizamos sobre todo en odontología conservadora no están tan lejos de la pintura. Así que muchas veces me transporte a la pintura y me gustaría que con el ambiente que hemos creado y el equipo que hemos formado deje atrás los miedos y que os vengan como a mí aromas de pintura al sentarse en el asiento dental.
