El chupete
En muchas ocasiones, durante los primeros años de vida de nuestro pequeño, el chupete puede pasar a ser nuestra salvación. Conseguiremos que el niño se calme, se relaje e incluso llegue a dormirse. Aun así, el uso en exceso puede tener unos efectos negativos en ellos.
¿Es malo el chupete?
Es perjudicial a partir de los dos años, ya que puede modificar la posición de la lengua y los dientes. Además, el hecho de usar un chupete inadecuado a la medida de la boca del pequeño, puede potencial que se produzcan más deformaciones.
- Los bebes que no han podido lactar o el periodo de lactancia ha sido corto, tienden a compensar su necesidad de succión con el dedo o el chupete. En este caso aislado, se recomienda la transición al chupete, ya que la succión con el dedo es un hábito más difícil de abandonar y tiene secuelas más graves.
Puede dar problemas como:
- Mal-oclusiones dentales
- Infecciones bucales
- Dificultades en el habla
- Infecciones de oído.
El biberón
Tiene efectos sobre la arcada de los dientes. Como con el chupete, el niño realiza el movimiento de succión.
A partir del primer año o los 18 meses, el niño ya sabe comer correctamente y no tendría que suceder, según aconsejan los especialistas.
El uso del biberón
- Se advierte que el hecho de consumir leche, zumos u otras bebidas dulces que contienen azúcar y la utilización del biberón con este tipo de bebidas que, se suelen dar al niño por la noche, para calmar las necesidades de succión, pueden provocar caries.
- A partir de la erupción del primer diente, hay que evitar el biberón nocturno.
- Para prevenir las mal-oclusiones, se recomienda usar una tetina anatómica con un orificio pequeño, ya que favorece el movimiento anterior de la mandíbula y la coordinación de la succión, deglución y respiración.